En esta escapada, 11 al 14 de noviembre de 2008, nos hemos reencontrado con el pico de Los Reales de Sierra Bermeja, de nuevo atrapados con su paisaje a vista de pájaro, la costa, la Roca y enfrente África que parece alcanzarse con las manos, o así creen los que nos contemplan desde allí.
Pero las nuevas rutas descubiertas no dejan de ser tampoco sorprendentes.
Hemos subido por una pista buscando el canuto del río Guadalmesí, su nombre proviene del árabe, “río de las mujeres” que nace en la Sierra de la Luna, conjunciones estas que evocan algo mágico en este sendero. Realmente lo es.
La otra es el descenso hasta Sima de Hundidero que, es otra salida de la Cueva del Gato. Al iniciar el descenso el sol acompaña y reconforta, poco a poco todo cambia, te invade una atmósfera húmeda que estremece más aún cuando te encuentras en el cañón de la inmensa negra boca de la montaña de roca. Buscad a Justo y a Moka y tendréis una idea de su tamaño
Broche Im-presioante que compartimos con todos.
E. León
jueves, 27 de noviembre de 2008
domingo, 20 de abril de 2008
DÍA IMPROVISADO
12 de Abril 2008
Cuando no se esperan las cosas, se cambian los planes previstos y surge “algo”, nunca esperas que pueda resultar un día extraordinario.
Hacía un día de Sol, con un aire fresquito, pero muy agradable nos acompañaría a lo largo de toda jornada. En este ambiente a alguien se le ocurrió preguntar: ¿Y si nos vamos a Portugal?Y hacia Sanlúcar de Guadiana nos encaminamos, Un pueblecito a orillas del río Guadiana y separado de su hermano portugués Alcoutin por los 200 metros que hay de orilla a orilla. Una barca situada en la orilla nos estaba invitando a pasar a la otra orilla y pisar tierra portuguesa, así lo hicimos y disfrutamos de la pequeña travesía como si de un crucero se tratara.
Los Castillos de cada uno de los pueblos situados uno frente al otro nos hablan de otros tiempos, de enfrentamientos, desordenes y guerras....
A la vuelta fue parada obligada Niebla, un pueblo rodeado por una muralla y levantándose majestuoso el Castillo que nos hizo transportar a los cuentos de la infancia, a épocas de caballeros y bellas damas a las que defender.
Fue un día lleno de colores, aromas, sueños e intimidades en el que nos sentimos felices disfrutando de cada momento compartido.
Maribel de la Brena
Cuando no se esperan las cosas, se cambian los planes previstos y surge “algo”, nunca esperas que pueda resultar un día extraordinario.
Hacía un día de Sol, con un aire fresquito, pero muy agradable nos acompañaría a lo largo de toda jornada. En este ambiente a alguien se le ocurrió preguntar: ¿Y si nos vamos a Portugal?Y hacia Sanlúcar de Guadiana nos encaminamos, Un pueblecito a orillas del río Guadiana y separado de su hermano portugués Alcoutin por los 200 metros que hay de orilla a orilla. Una barca situada en la orilla nos estaba invitando a pasar a la otra orilla y pisar tierra portuguesa, así lo hicimos y disfrutamos de la pequeña travesía como si de un crucero se tratara.
Los Castillos de cada uno de los pueblos situados uno frente al otro nos hablan de otros tiempos, de enfrentamientos, desordenes y guerras....
A la vuelta fue parada obligada Niebla, un pueblo rodeado por una muralla y levantándose majestuoso el Castillo que nos hizo transportar a los cuentos de la infancia, a épocas de caballeros y bellas damas a las que defender.
Fue un día lleno de colores, aromas, sueños e intimidades en el que nos sentimos felices disfrutando de cada momento compartido.
Maribel de la Brena
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