Ibiza, isla de sensaciones

Los cinco andakanos viajeros, ávidos de aventuras, nos fuimos esta vez a

Ibiza. Nos recibió la isla con un sol esplendido, un derroche de luz y color, entremezclándose

el blanco de la flor del almendro con el verdor delos pinos y prados, todo un cúmulo resensaciones.

La decisión de alquilar un coche fue lo mejor que hicimos, con Miguel al volante y Blanca organizando las rutas, pudimos disfrutar y ver hasta el mas recóndito lugar, de esta idílica isla.

Pueblos blancos, con encanto y arquitectura propia con su pequeña iglesia en el centro conservando la tradición de pueblo y la imagen de antaño.

Aguas transparentes y puras debido a extensas praderas de posidonia una planta

marina de elevado interés ecológico y

Patrimonio de la Humanidad. Playas de gran belleza, calas de arena fina o piedra, el Parque Natural de las Salinas….Montaña y Playa se unen a través de valles y campos sin necesidad de recorrer grandes distancias. La proximidad de sus rincones se combina perfectamente con la gran variedad de paisajes y de ambientes.

Un viaje, como tantos otros, que no olvidaremos fácilmente, aunque a las islas, lo mismo a Ibiza que a Formentera, le faltaba el colorido del verano, con sus tradicionales mercadillos hippy, no nos falta imaginación y vimos luz y color en todos sus rincones disfrutando de sus fabulosas puestas de sol que tanta fama tienen

Maribel.